Padeces de fobias, ansiedad, ataques de pánico y estrés.

Piensas que tienes dependencia emocional de alguien y no puedes liberarte de esa relación.

Tienes baja autoestima y un pobre concepto de ti mismo/a.

Estás en una relación tóxica de la que no puedes salir.

Sufres de ataques de ira y rabia.

Rumiaciones mentales y obsesiones.

Sientes tristeza y desmotivación.

Padeces de trastornos psicosomáticos.

Has tenido experiencias traumáticas o padeces un duelo no superado.

Tienes pensamientos y conductas insanas que te están afectando a la salud.

Necesitas ayuda para afrontar correctamente una nueva etapa de tu ciclo vital.

Relaciones personales que no te satisfacen.

Incapacidad para afrontar los estudios y los exámenes.

Deseo sexual inhibido.